Sin saberlo, el 5 de mayo de 2003 tuvo lugar uno de los acontecimientos más importantes para la historia reciente del tenis español, nacía Carlos Alcaraz Garfia. A los cuatro años empezó a jugar en su tierra natal, Murcia. Conforme fueron pasando los años, rápidamente empezó a consolidarse y a destacar como una joven promesa del tenis mundial.

Alcaraz comenzó a despuntar profesionalmente en 2020, tras convertirse en el jugador más joven en la historia en ganar un ATP Challenger, el de Trieste en Italia, con solo 17 años. Posteriormente se convirtió en el primer jugador en ganar un partido en un torneo ATP (la categoría máxima) y también en el más joven en alcanzar el número uno del mundo.

Pero todos esos éxitos no llegan de la noche a la mañana. Carlos entrena seis horas al día y seis días a la semana en la Equelite Sport Academy, la academia dedicada a sacar el máximo rendimiento de los tenistas creada por Juan Carlos Ferrero (ex número 1 del mundo y ganador de Roland Garros) y ubicada en Villena (Alicante).

En cuanto a su estilo de juego, se caracteriza por ser agresivo y ofensivo. Tiene un potente golpe de derecha y una gran capacidad para moverse dentro de pista, lo que le permite hacer golpes ganadores desde casi cualquier posición. Su mentalidad ganadora es igual o más fuerte que sus golpes, lo que le ha permitido enfrentarse a diferentes situaciones complicadas y a remontar partidos que prácticamente ya había perdido. Sin duda es todo un espectáculo verle en directo.

Sin embargo, conviene evitar las comparaciones con grandes como Rafael Nadal, Novak Djokovic o Roger Federer puesto que es un chico muy joven que ha nacido y vivido en unas circunstancias diferentes.

Cabe añadir también los grandes patrocinadores que le apoyan. Entre ellos destacan Nike, Rolex, BMW, Calvin Klein, Babolat, Isdin o ElPozo. Esto se debe a su juventud, su posición en el ranking, su presencia, pero sobre todo a que nunca pierde su sonrisa a pesar de la derrota y a que su comportamiento dentro y fuera de la pista es excelente.  

Pero la figura de Alcaraz trasciende mucho más allá del tenis. A pesar de su juventud y su éxito en el tenis, hoy en día mantiene la humildad y el respeto profundo hacia todos sus contrincantes y hacia el mundo del tenis en general. De hecho, ha destacado la importancia de la educación y la familia en su vida, y ha expresado que su principal prioridad es ser un modelo a seguir para los jóvenes tenistas de todo el mundo.